Lamentamos informar el sensible fallecimiento de la señora María Del Carmen Fernández Sandoval

De esta manera lo dio a conocer el señor Alfonso Trujillo, en sus redes sociales. «PARA TI TÍA MADRE.
MARÍA DEL CARMEN FERNÁNDEZ SANDOVAL, sigues estando en mi familia, es aquí donde estamos, y somos, no hay otro lugar. Es tu lugar, mi lugar. Nuestro lugar. El corazón palpita de amor infinito por ti. Tu partida es una terrible dureza, pero siento en lo más profundo de mi esencial certidumbre que estás a lado de nuestro señor Jesucristo. Tu amor de tía, lo sentí como madre. Mi madre. No hay palabras para expresar lo grande que fuiste para mí. Atinadamente lo dijo Edwin Chapin que ningún idioma puede expresar el poder, belleza y heroísmo del amor de una madre.
Te quería a mi lado para siempre, aunque sé que la naturaleza no lo permite, te marchas, y estoy en duelo, un día que anoto en mí libro de vida, como el más doloroso, por tu partida. Nadie está preparado para que una madre se vaya, nunca es el momento, no hay curso, no hay posgrados, maestría, doctorado que nos enseñe tal cosa.
Tu partida me arranca un pedazo de mi corazón. Desde el año y seis meses, al lado tuyo me sentía a salvo, seguro, sabía que estabas ahí siempre. Ahora que ya no estás, me siento igual cuando pienso en ti porque tu amor, sigue aquí pegado a mi corazón.
Tu bondad y cuidado me hacen sentir orgulloso, gracias a ti, Mariela, la abuela Aurelina, soy quien soy, un hombre con valores. Mis hijos, saben que fuiste una mujer maravillosa. Me apoyaste en los momentos difíciles, eres el crédito de toda mi felicidad. Tía, mejor madre, ya no vives entre nosotros, pero vives en nosotros.
Por eso, se me hace un nudo en la garganta para decirte que descansa en paz madre, y quiero que sepas, aunque sé que ya estás en el cielo, al lado de nuestro Dios, sigues viviendo y vivirás eternamente en mi corazón. Tía maravillosa y madre insuperable, gracias, gracias, gracias y millón de gracias por darme todo tu amor. Por eso digo sin parar:
Tía de tías, madre de madres, eres la inspiración de este hermoso verso. Me tuviste en tus brazos cuando más lo necesité, me cuidaste y amaste, y te agradezco tía, mi madre.»